5 razones por las que no debes comprar likes en Facebook

¿Por qué construir una audiencia cuando puedes comprarla? Todas las empresas quieren tener un número impresionante de seguidores en las redes sociales, hasta el punto de que comprarlo puede parecer una opción irresistible. Has visto los anuncios: “¡18 dólares por 1.000 Likes reales!” o “¡Compra seguidores de Twitter desde sólo 1 dólar!”. ¿Quién no se sentiría intrigado por la promesa de seguidores instantáneos, sin necesidad de establecer relaciones?

En un entorno en el que el número de seguidores que se acumula se considera una prueba de credibilidad y no sólo una métrica de vanidad, es posible que te sientas tentado por el canto de la sirena de las “granjas de clics” para comprar engagement. Especialmente cuando la mayoría de las marcas sienten el desgaste de la disminución del alcance orgánico en Facebook.

Las granjas de clics permiten pagar una cantidad de dinero por un número determinado de “me gusta” o “seguidores”, lo que da a las páginas una apariencia superficial de popularidad. No te engañes, no estás comprando un compromiso real. Las promesas de crecimiento instantáneo -léase: un recuento de seguidores inflado artificialmente- pueden ser muy perjudiciales para la presencia general de tu plataforma.

Aquí tienes cinco razones por las que no deberías comprar seguidores en Facebook:

1. Perjudica la integridad de la marca

Comprar likes y seguidores no es un proceso especialmente sutil. A menudo, los baches se cuentan por miles, y pueden ocurrir prácticamente de la noche a la mañana, haciéndolo obvio incluso para el espectador más casual. ¿Qué pensará la gente cuando vea que tu página tiene un millón de fans, pero tu última publicación sólo recibió 3 likes?

Cuando los fans reales ven que una marca está comprando seguidores, se devalúa la integridad de la marca, se perjudican los esfuerzos futuros para crear una presencia auténtica en línea y se asesta un golpe duro a la transparencia de la marca, por no mencionar que te hace parecer desesperado. Una vez que has mentido sobre un aspecto de tu empresa, ¿cómo pueden confiar en que no mentirás sobre otros aspectos?

2. Me gusta falso = menor tasa de compromiso = menos impresiones orgánicas

Cuando pagas por seguidores, no estás pagando por valiosos globos oculares en tu contenido, o por globos oculares reales. Lo más probable es que el servicio por el que pagas esté alimentado por bots o cuentas fraudulentas creadas expresamente para captar seguidores y nada más.

En el caso de Facebook, un algoritmo analiza la calidad de tus publicaciones y utiliza tu tasa de participación general para determinar cuántos de tus fans deben ver tu contenido. Tu tasa de compromiso es el porcentaje de personas que vieron tu publicación y reaccionaron a ella dándole un “me gusta”, compartiéndola, haciendo clic o comentando. Tener miles de usuarios inactivos y sin compromiso resulta sospechoso para Facebook y, por tanto, tu contenido se mostrará a menos personas. Es mejor tener un grupo de seguidores muy comprometido, aunque sea pequeño, que uno grande con poca o ninguna participación en tu contenido.

Twitter también ha cambiado recientemente a una línea de tiempo basada en algoritmos, por lo que la compra de seguidores crea el mismo problema. Cuando compras likes y seguidores, tus publicaciones tienen menos probabilidades de ser vistas por tus auténticos fans, lo que perjudica seriamente tu alcance orgánico general.

3. Desperdicia el dinero de la publicidad

El propósito de una campaña publicitaria es aumentar el número de impresiones y compromisos que recibe el contenido de tus páginas. Sin embargo, si tus seguidores están compuestos en su mayoría (o incluso en parte) por likes pagados, el dinero de tus anuncios se gastará en promocionar contenido que será visto (en el mejor de los casos) por likes pagados desinteresados y (en el peor de los casos) por cuentas de spam que nadie mira en absoluto. Cuando compras likes y seguidores en Facebook, limitas el potencial de las futuras campañas publicitarias para llegar al público interesado.

Si optas por el marketing en redes sociales, es mucho mejor que inviertas tu dinero pagando directamente a Facebook o Twitter para que impulsen las publicaciones o publiquen anuncios dirigidos a los seguidores auténticos que ya tienes. Puede tardar más tiempo en alcanzar las cifras que prometen, pero estará dirigiéndose y llegando a usuarios reales dentro de su grupo demográfico, y aumentando el número de personas reales que conocen y se comprometen con su marca.

4. Sesga los datos demográficos, perjudicando los futuros esfuerzos de marketing

A la hora de crear una campaña de marketing o comunicación, una de las primeras cosas que hay que tener en cuenta es el grupo demográfico al que te diriges, o a quién esperas llegar. Una de las mejores maneras de determinar esto es mirar los datos demográficos de aquellos a los que les gusta tu página, utilizando esos atributos para guiar y ayudar a dirigir tus esfuerzos de creación de contenido y marketing.

Cuando se emplean granjas de clics para aumentar artificialmente la base de seguidores, esto puede sesgar drásticamente la demografía de los seguidores, en su mayoría al azar. Pagar por los “likes” hace imposible comprender realmente quiénes son tus consumidores, lo que dificulta la estrategia a largo plazo y la capacidad de conectar con usuarios auténticamente comprometidos.

5. Las plataformas lo prohíben

La mayoría de las plataformas tienen políticas como parte de un esfuerzo general de protección contra el spam que prohíben expresamente la compra de seguidores. Sólo porque no te hayan pillado todavía, no asumas que no lo harán. Hoy en día hay incluso guías que explican a los usuarios cómo detectar si una marca ha comprado likes falsos, así que asume también que tu

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